
MERIDA Y SU PLAZA DE TOROS Fortunato González Cruz “Así como cada encaste tiene su trapío, cada plaza debería tener el suyo propio”, dice el embajador Eduardo Soto en la primera de sus amenas crónicas sobre nuestra plaza de toros “Román Eduardo Sandia”. Quienes esta tarde recibimos el reconocimiento de la Autoridad Taurina hemos puesto lo propio en la conformación del encaste, para seguir con la metáfora diplomática, como miles de personas que algo han tenido que ver con nuestra plaza, la mayoría anónimos que han venido a ella a ver los toros. La monumental de Mérida marca el tiempo taurino merideño entre un antes y un después. Antes de su construcción hubo toros en festejos organizados por Quijotes que en la plaza Mayor o en cosos más o menos parapetados con palos y tablones satisfacían esa inexplicable pasión que nos convoca a quienes tenemos la pretensión de demostrar que tenemos alma, y aportarle fundamentos a las tesis que en su momento defendió Franc...