Colombo indulta a un bravo novillo de El Manzanal en Medellin Colonbia
Un triunfo apoteósico logró la tarde del sabado 4 de febrero dia de la candelaria en la plaza La
Macarena de Medellín el novillero venezolano Jesús
Enrique Colombo al cortar cuatro orejas, dos de ellas simbólicas
después de indultar su segundo ejemplar de nombre “Caminante”, jabonero, bravo,
noble y encastado con el hierro de El Manzanal que presentó un
encierro de gran calidad, de los que cuatro fueron aplaudidos en el arrastre.
Este es su segundo indulto en plazas colombianas, el anterior
fue en Cali. Fue una faena completa desde el principio
recreándose en verónicas lentas, suaves, rematadas con tres medias de forma
continuada que encendieron los tendidos. El toro bravísimo dio toda la pelea en
los medios, pasaron de ochenta los muletazos mientras los pañuelos blancos
solicitaron el Indulto. En su primero, otro gran toro, mostró el oficio y la
técnica que le confirma como uno de los mejores del escalafón novilleril. Su
faena fue variada y premiada con las dos orejas mientras al toro se le dio la
vuelta al ruedo. Al finalizar la corrida salió a hombros en compañía del
ganadero Alberto Cediel.
La plaza apenas registró un tercio del aforo, lástima por los
aficionados que no fueron, dejaron de ver el mejor encierro de novillos en esta
temporada colombiana. Abrió el festejo Sebastián Cáqueza con
un ejemplar que humilló mucho, supo aprovecharlo en series de pases ligados por
ambos pitones, rematando de estocada muy efectiva que se le premió con la
primera oreja. Su segundo fue otro toro de gran calidad aunque escaso de fuerza
por lo que la faena no tuvo continuidad, pases aislados y estocada contraria
para escuchar muchas palmas.
Completó la terna el novillero de Medellín Juan Gómez
“Dinastía” a quien le salió en primer turno el de menos condiciones,
escaso de raza, sin fuerza, el único que no recibió las palmas en el arrastre,
éstas fueron para el torero que estuvo muy entregado y decidido. Cerró la
corrida otro gran ejemplar muy bien toreado, una faena completa de muletazos
magníficos con gran calidad que acompañó la música. Tardó el toro en doblar, se
enfrió el ambiente y al final una ovación con saludos para el diestro.
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