LA FIESTA de los toros en Venezuela...
La presentación
en Venezuela de Manolo Vanegas está en veremos…
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No
es nada nuevo decir que los toros en Venezuela se van acabar, esa especie se
está rodando desde hace mucho tiempo, hay infinidad de voces anunciando cual profeta
del desastre el hundimiento de las corridas de toros en Venezuela.
El principio.
En
aquellos tiempos, no tan frescos de
“revolución” donde se anunciaba a los cuatro vientos aquello del “hombre
nuevo”, el socialismo del siglo XXI, ya
empezaba el mal fario para la fiesta, esto hizo que floreciera aquella tan
sonada Plataforma Taurina, buena iniciativa, algunos con buen lápiz redactaban
una especie de reglamento taurino nacional,
hasta una ley anduvo por las gavetas de la Asamblea Nacional, en
tiempos en que allí había gente
de uno y otro lado con señas y tientes
taurinos.
Se
habló de marcar las reses como en España con el digito del año de su nacimiento, para que los toros llegasen a
la plaza con las cuatro años y los kilos
por arriba de los 440.
Por doquier se hablaba de revolución, “patria
o muerte vencernos”, se hablaba de fiscales en los embarques y desembarques, so
pena de ir al rastrillo si se incumplía.
Imponer y dividir.
En
aquel instante el gremio de toreros también “impuso” con
la fuerza que da el poder qué en las ferias de San Cristóbal, Maracay,
Valencia, Maracaibo, Mérida, Tovar y Tariba se aumentase el cupo para los matadores nacionales,
cumpliéndose a rajatabla por parte del empresariado, que para aquel tiempo el torero extranjero estaba
por encima de cualquier circunstancia -recuerdan cadivi- bueno entre más
coletas extranjeros contratados más acceso a la divisa estadunidense, qué buenas
ferias se vivieron!!!, aquello fue buenísimo para unos, como serían aquellos
aires, que los billetes verdes convencieron al cotizado y exigente José Tomas
para que torease en Venezuela, por supuesto que las otras
figuras también saborearon aquel festín; de aquellos “banquetes” la
primera figura venezolana Leonardo
Benítez tenía que embraguetarse con los
empresarios para poder cobrar -no tanto
como las figuras- mientras que otros calladitos se conformaban con lo poco...
En
medio de aquella “revolución” algunos toreros -un corpúsculo- sacaban pecho
vistiendo el color de moda, se retrataban con los políticos de turno, -aquello
era cachet- muchos se jactaban de tener amigos, ministros, gobernadores,
asambleístas.
En
el otro tendido, los gremios que hacían vida activa en la fiesta
se dividían como en los sorteos -tres lotes-,
los unos por un lado, reuniones, asambleas, exclusiones, riñas, demandas
expropiaciones, tal cual como marchaba el país; cada quien templaba y halaba su muleta.
La puntilla.
Hacer un recuento de lo
muy bueno, malo y feo en cuanto a
toros se refiere en la última década es llover sobre mojado, seria trillado
detallar lo que todos conocen.
Lo
que sí está a la vista son los momentos crueles y aterradores que estamos viviendo, de
la cual no escapa la actividad taurina, hoy día las ferias de nuestros pueblos
y ciudades donde se efectúan eventos taurinos esperan el puntillazo final
El
fin de la fiesta de los toros en Venezuela empezó aquel aciago día en que –no quiero mencionarlo-, es pavoso, ganó
las elecciones presidenciales, así que la crisis de los toros en Venezuela no
es taurina, es política!!!.
El futuro.
Una
vez que la maldad que posa sobre Venezuela
se la lleve el viento de agua,
ese mismo día empezará a surgir la
grandeza y las prosperidad, en esa misma
medida la fiesta regresaría para llevarla
de nuevo donde siempre estuvo
Por
ahora el futuro de la fiesta de los
toros está en la calle… decir más de lo que pudiere pasar en Venezuela es caer
en la necedad y la especulación. Creo
que la tormenta pasará más temprano que tarde… a todo aquel malo
de este país y a los que vinieron
de otros lados que nos hacen daño,
tienen el suficiente tiempo para el arrepentimiento, de lo contrario el
destino les alcanzará y les condenará…
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