Somos Venezuela

Por: Giovanni Saavedra

    “EL Zamurito”

Los integrantes y brigadistas  del movimiento Somos Venezuela cuando se convocó  al pueblo a participará en la elecciones de los asambleístas para erradicar la violencia de una vez se desplegó por todo el país.

El pueblo venezolano alecciona al mundo entero. Guiado por el tino certero del Presidente  Constitucional Nicolás Maduro a salido en estruendosa y festiva multitud a decirle Sí a la democracia, Sí a la paz, Sí a la Asamblea Nacional Constituyente. Mecanismo de democracia ideado por el más grande demócrata que haya parido esta tierra de libertadores, Hugo Chávez, recordemos que esta hipócrita oposicionista derecha, se reusó  en 1999,  al nacimiento de nuestra movidísima, extraordinaria y democrática constitución  es decir, esta derecha cínica  se ha opuesto a que el pueblo humilde ejerza el poder originario de allí su sistemático fracasado.

Han sido 19 años de feroz ataque mundial contra Hugo Chávez, contra Nicolás Maduro, contra el pueblo venezolano. En suma contrarrevolución Bolivariana.

No obstante lo que no acaban de entender, los sesudos analistas de la mercenaria derecha internacional y criolla, es que llevamos padres Bolívar Y Chávez. No araron en el mar. Nosotros no arrugamos con guarimbas, no nos acobardamos los fascistas, las anacrónicas “sanciones Financiera”, las amenazas del frenético que hoy administra la casa blanca, mucho menos los macabros laboratorios de guerra de la CIA.

No nos amilanan los traidores  y traidoras. No nos amilanan los grandes medios de comunicación burgueses, mucho menos  nos asusta en grito furibundo esquizofrénico del sifrinaje anti Venezuela, que en medio de su locura  se auto secuestra en sus urbanizaciones y queman vivos a seres humanos en forma ruin, cobarde sádica. Contra toda esta barbarie posmoderna, nuevamente se erigió, el Glorioso Pueblo Bolivariano.

En forma entusiasta le ha dado una bofetada a nuestros enemigos, y también le deja claro, que si la batalla la plantean al margen de las urnas electorales, suficientemente coraje hay aquí, para repeler cualquier invasión imperial. Finalmente nos toca ser consecuentes con nuestro pueblo. Esta lealtad a prueba de balas y guerra económica, debe  ser correspondida con nuestro auto-revisión profunda.

Tomar consecuencia de nuestros errores y asumirlos. Y quedarnos con el mero análisis adentrarnos a extirparnos con los males que aquejan a nuestro pueblo.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!