El legado del fútbol venezolano en las grandes ligas no es cosa de un día. Tampoco del fútbol moderno. Son muchos los jugadores 'vinotintos' que, desde hace más de 20 años, han reivindicado el sabor latino en las célebres canchas de España, Alemania, Italia e incluso Estados Unidos. MARCA repasa ahora a algunos de los más célebres.
Juan Arango (1980).La palabra Venezuela no se entiendo sin él. Su letal disparo de libre directo y sus regates en el área le convirtieron, durante sus años en Mallorca y Mönchengladbach, en uno de los orgullos de su país. Fue el fichaje más caro de un venezolano y todavía hoy sigue suponiendo una referencia para la Vinotinto, a la que capitaneó en 121 partidos.
Stalin Rivas (1971).Este ávido zurdo fue el comienzo de todo. Rivas escribió su nombre en la historia al convertirse en el primer venezolano que cruzó el charco para jugar en Europa. Fichó por el Standard de Lieja en 1992 y puso la semilla que hoy en día siguen cultivando más de 30 futbolistas en todo el Viejo Continente.
Giancarlo Maldonado (1982).El fútbol corre por sus venas como lo hace por las de su padre, el técnico Carlos Maldonado. Esa herencia tiene parte de la culpa de que el delantero, que ahora tiene 32 años, fuera uno de los 'killer' del momento a finales de los años 2000. En ligas como la mexicana, la venezolana y la chilena se ha alzado con la Bota de Oro de América (2007), el Campeonato de Goleo del Torneo de Apertura de 2014 Ascenso y la distinción de sexto máximo goleador mundial según la IFFHS (2008).
Alejandro Moreno (1979). Su nombre fue uno de los más repetidos en la MLS americana entre 2002 y 2013, cuando colgó las botas y pasó a la cabina de comentarista. 'Homerito', como le llaman sus compatriotas, dedicó su vida a la MLS y saboreó el fútbol estadounidense desde los vestuarios de Los Ángeles Galaxy, San José Earthquakes, Houston Dinamo, Columbus Crew, Philadelphia Union y Chivas.
Salomón Rondón (1989).Este ariete de casi 1'90 metros y 86 kilos de peso es uno de los delanteros más en alza del panorama internacional. Pichichi en Rusia con el Zenit de San Petersburgo y baza principal de la selección de Venezuela, Rondón aspira a convertirse en la referencia en ataque de la Vinotinto en los próximos años. Su corpulencia y su superioridas física le lanzan al gol en un abrir y cerrar de ojos.
Giovanni Savarese (1970).El ex delantero del combinado venezolano en los años 90 (marcó 10 goles en apenas 30 partidos) se ha convertido en uno de los técnicos más distinguidos de América en los últimos años. Tras su etapa con jugador en cinco ligas diferentes, Savarese decidió quedarse en la banda y formarse como entrenador. Ahora es él quien tiene a sus órdenes a Raúl y Marcos Senna en el New York Cosmos.
Tomás Rincón (1988).Rincón es algo así como el Sergio Busquets de Venezuela. Inteligente en su juego y defensivo en su táctica, es uno de los estandartes actuales de su selección. Tras un largo e histórico paso por el Hambugo, el centrocampista derrocha ahora alegría y fútbol en el Genoa de la Serie A, donde comparte vestuario con otros seis suramericanos más.
José Manuel Rey (1975).En Venezuela todo el mundo le recuerda como uno de los mejores futbolistas que ha dado el país. Sus virtudes se basaban en la rapidez en la distribución del juego, la intensidad con la posesión y la perfección meticulosa de los tiros libres. También pasó por España. Deportivo de la Coruña y Pontevedra fueron solo algunos de sus 12 destinos como profesional.
Renny Vega (1979). En este ranking no podía faltar un portero. Y mucho menos uno como Renny Vega, el que para la mayoría de los venezolanos es el guardameta más destacado de todos los tiempos. Lo que es indiscutible es que es el que más títulos posee. Mamó muy joven la escuela del 'calcio' en las categoría inferiores de Udinese y ha trasladado todos sus conocimientos a equipos como Buesaspor, Caracas, Colo-Colo y Deportivo La Guaira.
Oswaldo Vizcarrondo (1984).'El Patrón' puede presumir de ser de los pocos 'Vinotintos' que se ha atrevido con la liga francesa. La Ligue1 no es uno de los destinos fetiche para los venezolanos, pero él se siente comido en el Nantes, al que llegó en 2013. Su mérito también pasa por haberse erigido como el mejor cabeceador de la selección que ahora dirige Noel Sanvicente.
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